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charla 1
“Culturales Objetos Suntuosos”
interferencias
Magazine in situ en arteba 2006



gabriela forcadell – fernando lópez lagegustavo romano
modera: alicia herrero
sábado 20 de mayo 2006, 19 hs. 

Alicia Herrero: Dijiste “yo traje algo”.

Gustavo Romano: Bueno, lo que pasa es que yo no sabía que era una charla, pensé que era una conversación entre nosotros. Entonces pensé que cada uno tenía que decir algo y después íbamos a charlar. Puedo sintetizar muchísimo eso y después Alicia puede hacer una gira y si quieren charlamos. O me olvido de todo lo que traje, da igual.

Fernando López Lage: Tiralo, de todas maneras la idea es charlar.

Gustavo Romano: En realidad, vos decías que la palabra que había puesto Alicia era suntuoso. En realidad, las tres palabras que puso me parecieron rarísimas: suntuoso, objeto, cultural. Y en realidad lo que más raro me parece es la palabra objeto, por lo que hago y por la manera de encarar el arte que yo tengo, lo más raro me parece la palabra objeto. Me quedé pensando que había dos formas de desmaterialización del objeto que se venían dando últimamente. O sea, uno tradicional a lo largo de todo el siglo XX, que tiene que ver con una desmaterialización progresiva...

Fernando López Lage: Y estas obras, en proceso o no, van generando hacia otros campos. Parece que de alguna manera se siguen manteniendo en esa cosa de work in progress, la obra en proceso. Y que sigue confundiendo a las instituciones, digamos: dónde lo metemos, qué hacemos, en qué cajón, qué archivo. Entonces, a mí me parece –más allá de lo estratégico en la producción de objetos suntuosos y ese tipo– la estrategia puede ser incluso también la estrategia que te deja una obra abierta o una obra que el resultado mismo sea el proceso. Me parece como un punto más interesante, o no sé si interesante, capaz un punto de inflexión donde hay una cultura, como una subversión de lo objetual: cuando rompe límites e ingresa a otro territorio. Cuando la gente dice: “Ah, pero esto no es arte”, y se empieza a redefinir de nuevo y después otra vez el proceso, evidentemente.

Gustavo Romano: Bueno, lo que pasa es que a veces eso está bien, evidentemente porque… por ejemplo, si tomás en cuenta intervenciones en el espacio público, lo que sea, intervenciones en general, si vos le ponés el rótulo de arte, digo, está bueno que te digan “esto no es así”, porque muchas veces si le ponen el rótulo de arte deja de tener todo peligro, pierde toda esa cuestión que te alarma o que te hace ver las cosas de distinto color, ponerte a la defensiva en todo caso, reflexionar. Me parece que si la gente pasa por esa situación y le dicen “no, pero esto es arte”, entonces dicen “ah, no es verdad, es ficción”. Entonces, a veces uno corre la cuestión y trata de escaparse de esas categorías de arte precisamente por eso. Muchas veces el arte está tan desgastado con todas esas categorías que de golpe encontrás lugares más frescos por fuera.

Gabriela Forcadell: Quería, como esta es la primera charla de un ciclo que tiene este título trabajar formalmente sobre sus palabras. Había estado haciendo un mapa de las referencias que encontré para la palabra suntuoso, en español, en la web. Sobre qué se depositaba en esa palabra, qué palabras acompañaban a suntuoso. Y así, en una primera búsqueda, hice un listado, casi por orden, donde encontré: una suntuosa pileta, un suntuoso auto, un arte suntuoso, algo decimonónico suntuoso, un atuendo, un ornamento, un esmalte, un anfiteatro, un templo, un sillón, un ajuar, un interior, un sepulcro, un tocado, un hotel, un tributo, un hall, un espejo, un chalet, un salón, un hospedaje, un diseño, un lobby, un anacronismo suntuoso, un cenáculo, un tacto, y un bouquet. Para tener un escenario de despliegue de esa palabra en español. Me parecía que pensar qué sería un objeto suntuoso dentro del contexto de esta charla que ocurre en esta feria, nos lleva un poco a pensar en estas prácticas culturales como ornamento, que es un poco lo que se piensa de la palabra suntuoso, de algo que tiene ese carácter ornamental por lo lujoso, lo que de alguna manera es más de lo esperado. Pensando sobre las prácticas culturales, trabajé en base a los textos que vos (por Fernando) propusiste para Visitas, en el que trabajamos con Alejandro… Esto es Bourdieu… Voy a los apuntes. El texto se llama Distinction. Empieza con una cita de Paul Claudel que dice: “Debe haber leyes que protejan al cuerpo de un conocimiento adquirido, donde un buen alumno toma notas, colgándoselas de los labios de sus maestros, construye un stock intelectual que después convierte en negocio, que pertenece a él como una casa o su dinero“. En este texto Bourdieu plantea una sociología del gusto, donde asocia la idea del gusto elaborado hacia los objetos con una idea de distinción social de clase. Y empieza a pensar si se puede trabajar desde el sentido antropológico la palabra cultura al mismo tiempo que desde el sentido social de distinción, pensando que el gusto desde lo antropológico se podría reducir al gusto elemental de los sabores por la comida. Cuando uno habla de cultura desde lo antropológico y cómo esto es traducido o extrapolado a los criterios de diferenciación social.
Otro tema que relaciono con lo que propone Alicia es esencialmente la idea de este consumo cultural, que es el objeto de discusión de este ciclo de charlas. Asociando a esto, trabajé un poco otros textos que propuso Sofía Hernández sobre distintas prácticas de consumo cultural y la relación de los museos con la cultura. Un poco el tema que Alicia está planteando es cómo un museo colecciona un objeto intangible que es esta producción del proceso de obra. Y es un poco también el problema que se plantea en relación a este mismo proyecto (Magazine in situ en ArteBA), a diferencia de otros stands.

Fernando López Lage: A mí me parece que está bueno. Incluso yo creo que a mí no es que me genere… O sea, a mí no me genera conflicto básicamente lo objetual. Lo que sí me genera conflicto es cómo se van agregando cosas. Eso es referente a lo que decía hoy al principio, que tiene que ver con esos puntos que entre un campo y otro se van como conquistando y se agregan al campo del arte, digamos, al campo donde están los objetos. Es cierto que los museos están comprando proyectos estúpidos, más allá del work in progress. Un papel escrito con un proyecto irrealizable, iluso. Es una idea mucho más que intangible, es irrealizable. Ni siquiera tiene la posibilidad de un registro, ya sea fotográfico o en video. Creo que se le agrega un dato más a esa intangibilidad, a esa invisibilidad de la obra que se produce en ese proceso. Y no sé dónde para esto, porque evidentemente va a estar marcado, porque cuando los agentes se empiecen a ir poniendo nuevas cosas de diferentes lugares, evidentemente los museos quedan cuestionados, las colecciones quedan cuestionadas. Yo no sé si realmente los contenedores del arte que existen ahora van a seguir siendo contenedores de la producción que se viene. Seguramente no. El tema es si es necesario, a partir de estas nuevas producciones, fetichizarlas digamos, si generar una serie guardada que hay que tener porque me identifico con una cosa narcisista y después lo hago público y bla bla bla, comparto ese gusto mío con la gente… Me parece que son como adjetivos que de alguna manera se están dejando de lado. Y está buena esa definición que encontraste en el diccionario de la palabra suntuoso, porque de alguna manera también hablan de eso. O sea, es como que estos nuevos proyectos de alguna manera dejan de lado esa adjetivación del objeto que tiene que ver con lo ornamental, con un bouquet, con lo suntuoso de una casa, de un chalet y esa cantidad de cosas que siempre están referidas a ese objeto. Y me parece que se conquista un territorio nuevo que es muy complejo de poder incluso mostrarlo. Digo, más allá de que estamos en el stand de Magazine in situ, que es un proyecto muy renovador para lo que es el coleccionismo clásico, incluso para lo que es la feria, está en un stand. Podría estar en la web, o podría estar alguien contando el proyecto. De todas maneras creo que es parte del proceso, que tiene que ver para mí con la crisis incluso de la representación. Ya no hablamos del objeto ni del autor, de cómo se simboliza, digamos, si es necesaria la metáfora, hasta qué punto el internalismo y el arte ya no empiezan a tener como puntos donde conviven. Y para mí esos pasos de subversión son los que generan más estado, digamos, más pensamiento. No más estado de subversión, no estado con mayúscula.

Gustavo Romano: Lo que decías de las instituciones. Yo lo que pienso también es que en realidad no hace falta decir si sigue el tema bastante por detrás de las tendencias artísticas. Porque de hecho se crea como un resguardo, después hay que pensar con la intención de mostrar lo que está pasando ¿no? pero siempre desde estructuras anteriores. Me parece que lo que estamos viendo ahora son como los últimos intentos de tratar de guardar en una caja cerrada y al resguardo cosas que ya son muy difíciles guardar. Y por eso me parece que sigue un poco la conducta, digamos, del mercado, de otro tipo de mercancías, por eso lo de esta colección en su marco. Pero más allá de eso lo que pienso es que el paso siguiente me parece que debería tener una funcionalidad bastante diferente. De hecho lo está teniendo en algunos casos. Si ves algunos casos como Muntadas. En realidad, las instituciones terminan coproduciendo con el artista cierto proceso, que es su trabajo, y que de alguna forma es como que termina siendo más que un museo –me parece que una de las intencionalidades puede ser esa–, casi un laboratorio, ¿no? Un lugar que produce discursos, un lugar de apoyatura de proyectos, que es muy distinto a la capacidad que tiende a almacenar las cosas, ¿no? Yendo un poco más allá con la cuestión de los mismos medios, también está claro que en muchas obras se dio este traspaso de una categoría de narración hacia una cuestión como de base de datos. Es un poco también algo que algunos museos también están tendiendo: más que dar una narrativa sobre el patrimonio, ser como una especie de base de datos con múltiples posibles entradas y narrativas que va haciendo cada usuario. Ya no un consumidor de objetos sino alguien que está haciendo un searching.

Gabriela Forcadell: Lo que planteaba es que pareciera que el debate público sobre la situación del arte, el que uno encuentra en las charlas, en los medios, se está preguntando si el arte argentino puede ser global, si se pueden conseguir estructuras de financiamiento, si se puede promocionar o patrocinar el arte con distintas estrategias públicas y políticas. Y eso, es un debate que no cambia la esencia del trabajo que nosotros hacemos. Creo que si bien es claro que nos involucra, no es lo prioritario dentro de nuestras prácticas en este momento…

Fernando López Lage: Yo creo que sí, que es absolutamente importante. Porque para mí no tendría sentido generar un proyecto cultural, artístico, objetual, eventual, como sea, si no tienen un lugar de destino, un lugar donde suceda la reflexión y el cuestionamiento. No estoy seguro que sea en un museo, no estoy seguro que tenga que ser patrocinado. Me parece que si está patrocinado, mejor, porque el artista tiene que vivir de algo y si está la plata mejor. Pero no creo que una cosa tenga que ser imprescindible para otra. Creo que hay un montón de situaciones que se generan que incluso son interesantes como lectura fuera del campo del arte, que no tienen nada que ver con lo institucional, con lo que legitima ese trabajo del arte. Entonces, si pensamos en una forma para mí tan ingenua, que nosotros los artistas que estamos pensando siempre en crear pensamiento sobre estos tópicos, no nos preocupe ese tema… Yo me acuerdo el año pasado, que estuve acá, que Eduardo Navarro hizo una maratón en un parque de Palermo. Hicieron toda una acción de repartir volantes invitando a la gente para que el domingo a la mañana fueran a una maratón, la gente se inscribía y hacían una maratón, corrían por el parque y bla bla bla, terminó. No pasó nada, fue eso solo. Pero me parece que el sentido de eso tenía que ver con que tres personas que pasaron por ahí se anotaron y participaron de la maratón. Ese era el sentido de la obra y del proyecto del artista. No creo que tenga que pensar más allá de eso: la proyección desde el Estado, si es posible o no desde lo público, hacer proyectos que tengan carácter subversivo. Me parece que todos los subversivos terminaron siempre dentro de la caja blanca y lo más interesante es que la caja blanca está empezando a vender el acervo porque no tenemos más lugar para meter cosas. Hasta determinado tiempo se está vendiendo o que compraron, y renuevan la compra de nuevo y están empezando a comprar la cortina de plástico de Félix Gonzalez Torres a 1.7, el de Matheu Barney a 1.8, y decís ¿qué está pasando? ¿Por qué compran tan caro una cortina de plástico que la compran en el supermercado, la de Félix? Es más o menos igual. ¿Qué es lo que compran ahí? ¿Qué es el valor que lleva esa cortina de veinte dólares a un millón setecientos? Es la autoría y la institución que legitima esa autoría, dejando de lado lo suntuoso del objeto, pero haciendo mucho énfasis en lo suntuoso del autor.

Gabriela Forcadell: Pero lo que planteo no es una mirada despreocupada sobre la estructura económica que sostiene nuestra práctica. Pero sí creo que no es el eje pivotal de nuestra práctica pensar esa estructura. Porque estos días estaba planteándome cuánto tiempo es necesario para preguntarse por la naturaleza de esta estructura que es lo que están haciendo muchos de estos artistas desde distintos contextos y con situaciones diferentes. ¿Puedo yo pensarme como algunos artistas conceptuales una proveedora de servicios, cuando no se solicita este servicio en nuestro contexto?

Fernando López Lage: Pero no podés evitar el bloque del mercado. Estás hablando de oferta y demanda.

Gabriela Forcadell: Cuánto tiempo puedo perder pensando si esa ley de mecenazgo nos va a favorecer o no, sabiendo que tiene que ver con una estructura de pensamiento sobre el arte que no tiene del todo que ver con mi práctica.

Gustavo Romano: Yo no me haría preguntas en el sentido que para mí las instituciones siempre van por detrás. Digo, que el artista tiene la capacidad y la responsabilidad de hacer provecho de las instituciones, diría de un modo táctico, utilizarlas…

Fernando López Lage: Responsablemente.

Gustavo Romano: Para obtener determinadas cosas, sabiendo las limitaciones de las instituciones, que en general son una caja de resonancias. Entonces, uno tácticamente, si le interesa la difusión, las puede usar. Y si no le interesa la difusión lo va a ser por otro lado. Me parece que no tiene uno que guiarse por las reglas de la legitimación ni lo que rigen las instituciones, sino sacar provecho en cada caso, en cada momento, en cada posibilidad que se aparezca.

Fernando López Lage: A dónde dirigís, a dónde depositás ese proyecto, esa idea… Porque vos me decís “tengo un proyecto que es una idea, la voy a escribir, y la cuelgo en la red”. Capaz que no estás en el campo del arte, pero hay otro montón de eventos que de alguna manera también van a hacer que eso se legitime de alguna manera cuando alguien empiece a hablar. Y se canibaliza de nuevo. Es una especie de antropofagia.

Gustavo Romano: Hay gente que vos vas a un museo y le decís: yo necesito siete millones de pc’s conectadas a Internet y también necesito tres o cuatro satélites y necesito que esté abierto las 24 horas. Te dicen no, no se puede. Pero si colgás algo en Internet es eso. Yo por eso pienso en… porque hoy pensamos en los dispositivos, las instituciones y las tácticas, pero si vos tenés eso y necesitás eso, usalo. Sería tonto tener un museo que tenga siete millones de pc’s.

Gabriela Forcadell: En realidad lo que me aparecía era la pregunta que tiene que ver como con esta forma liviana de lo que se está publicando sobre los problemas del arte hoy. Parece que el problema del arte hoy es que no tiene financiación, que el arte local tiene un problema o que podría estar mejor y no lo está por desatención. Eso es lo que uno encuentra en los medios. Y se me ocurrían escenarios posibles... Porque estuve leyendo una propuesta sobre el tema de la ley de mecenazgo y otra propuesta que planteaba que cada edificio que se construyera nuevo o se remodelara tuviera un porcentaje de su presupuesto destinado a la compra de obra de arte para el lobby del edificio. Y yo me preguntaba qué tipo de obra podría entrar ahí. ¿Podría haber una computadora conectada o podría haber un vecino recitando algo? ¿Podría haber un proyecto o performance o una obra inmaterial en el lobby de los vecinos? ¿Podría haber una serie de charlas en el lobby o el hall de la casa de los vecinos? Me pregunto si podría existir eso, que eso es hoy la práctica del arte contemporáneo.

Fernando López Lage: Pero para los que hacen esa práctica del arte, el destino de su obra no es el lobby de un edificio, nunca. Esa es una contradicción.

Gabriela Forcadell: Podría ser.

Fernando López Lage: Pero sólo como parte de una ironía que tiene que ver conceptualmente…

Gustavo Romano: No, pero hay casos similares en que tener un cuadro ahí me parece que tampoco…

Gabriela Forcadell: Cuando estoy trabajando sobre una idea me gusta testearla: Aparece esta propuesta: que todos los arquitectos que remodelan edificios o construyen edificios compren una escultura. Alguien que está diseñando una estrategia pensará: ¿cómo será en años el canon popular del arte?

Gustavo Romano: En muchos países no se ve en lobbies pero se ve en plazas, en espacios públicos, donde el Estado subvenciona a artistas para que hagan cosas así.

Fernando López Lage: Me parece bárbaro que lo pienses, pero me parece que no es el tema de conflicto, me parece que el conflicto pasa por otro lado. Porque, por ejemplo, estos pibes que no me acuerdo el nombre nunca… que son un grupo que trabaja en la red, que son medio hackers, que hicieron un proyecto de reforma en la plaza con el símbolo de Nike. ¿Lo escucharon alguna vez? Iban a sacar de la plaza pública de la ciudad esta estatua ecuestre que había, no sé lo que era, la iban a sacar, y como habían hecho un proyecto que estaba financiado, tenía como sponsor a Nike, iban a poner la marquita. Prensa, empezaron a simpatizar por la web hasta que salió en prensa publicado que era una cosa desastrosa, que no tenía sentido, que cómo iba a pasar eso… Empezaron a hacerse marchas en contra de la propuesta, llegó el día de la inauguración, donde todo el mundo estaba convocado en la inauguración del nuevo monumento y no pasó nada: era todo un simulacro. Es como ver un problema al revés, para mí. Y me parece que es más interesante el cuestionamiento que generan estos proyectos que son más subversivos, que tienen que ver con escenarios donde no hace falta el simulacro y que de alguna manera tienen que ver con tácticas que suceden en la guerra, digamos, que ponían bombas tapadas con cartón para dispararlos y en realidad era todo utilería. Me parece que esas tácticas y esas estrategias que tienen un sentido muy particular y que tienen que ver justamente con lo subversivo que tiene que ser el proyecto artístico contemporáneo. Y no tiene que replantearse, para mí, un artista que esté trabajando desde esta perspectiva, nada que tenga que ver con la ley de mecenazgo. La de Uruguay es un desastre, y encima tiene cierto perfume bolchevique. Intenta que, si vos tenés un sponsor, lo presentás al ministerio de promoción y cultura, ese fondo que conseguiste va al ministerio y ellos deciden a quién se lo reparten. Entonces se hace una bolsa común con los 30 mil de todos los que consiguieron y a vos te tocan 10. Es decir, vos colaboraste con veinte para que se haga otro proyecto en la ciudad. Es una forma de socializar, es un disparate, es una locura. O tenés leyes de sponsorización o no tenés. O lo hacés bien o no lo hacés. Pero esto de un intermedio semi privatizado, como que quiero y no puedo… Es decir, me parece que no es un tema que tenga que ver específicamente con la producción artística o con el pensamiento artístico. Tiene más que ver con la política en el campo del arte, que creo que no concierne a los artistas y se las regalo y se las dejo a los agentes que están trabajando en eso. Que para mí tiene que ver más con los agremiados, que en Uruguay existe un gremio de artistas que acá no hay. Cuestionaron por ejemplo la presencia de un director de un museo, del Museo Nacional durante 36 años, dijimos “qué está pasando, queremos ver el acervo, queremos que se publique ese acervo, queremos ver si están todas las obras, si faltan algunas”, porque el tipo estuvo durante toda la dictadura inclusive. Y además, la administración que hizo queremos verla, porque queremos que sea transparente y bla bla bla. Y estos pibes cómo se animaron a preguntar esto que estaba como tan callado… que todo el mundo sabía pero que nadie decía nada. Entonces me parece que esos cuestionamientos que tienen que ver más con las características de la profesión, digamos, en el caso que uno quiera profesionalizar su actividad, me parece que tienen que ver más con lo gremial. Por un lado la Ley de mecenazgo y todas las propuestas criticables o no que puede tener el Estado hacia la promoción de la cosa.
Pero por otro lado, me parece más interesante, que hace un montón de gente, que empiecen a cuestionar por arriba de estas instituciones que legitiman de alguna manera esa cosa de objeto lúdico del arte, del lobby del hotel y bla bla bla. Y por arriba de eso generen situaciones absolutamente confusas, donde la opinión pública se vea alterada, donde utilicen cualquier medio de promoción, que puede ser la radio, la tele o la prensa escrita, lo utilicen como soporte, como soporte de la obra. Esos puntos me parecen a mí que son los que generan más pensamiento o están generando más pensamiento. Y de alguna manera creo que no van a estar nunca tampoco en cajas blancas, son proyectos que van a estar sueltos. Es más, volviendo a lo que decía al principio de la autoría, que no sólo del objeto sino del autor, no se sabe quiénes son estos pibes que hicieron este proyecto, como se hizo todo en la red, no se sabe qué nacionalidad tienen, qué género, si son hombres o mujeres, los nombres. No se sabe nada.

Gustavo Romano: Sí, por otro lado está también la cuestión de que muchas instituciones lo que tienen es como una función didáctica, una función como educativa. De alguna forma el museo, digo, en general, la educación, todo esto lo que trata es de construir algo, un corpus sistematizado. Y la función del arte me parece que es precisamente deconstruir el material ese. Entonces siempre se van a dar esos choques. Y es lógico que haya como cierta postura defensiva por parte de los museos y las instituciones. A mí me parece bárbaro aprovechar cualquier ley de mecenazgo, cualquier cosa que aparezca, si te sirve la usás.

Gabriela Forcadell: A mí me gusta o me sirve pensar lo que piensan los demás sobre el arte como parte de mi práctica. Eso es el ejercicio de recién.

Fernando López Lage: Pero el campo del arte es tan complejo y los agentes son –a pesar de que se repiten, por más diversos que sean– forman una cosa que es el campo del arte, desde los más radicales hasta los más mainstream, digamos, yo creo que está bueno mantener estos territorios como anchos, es lo más interesante. Los otros territorios se mueven, son más dinámicos. Porque justamente estos agentes que están produciendo una cosa que desterritorializa todo el tiempo, discutamos si lo hacen avanzar o no pero cambiar por lo menos, son los que están a punta de lanza marcando como una evolución del campo. Siendo que se repiensan estrategias en los museos, se repiensan las estrategias en las galerías, en los mercados del arte, la actitud que se tenga incluso.
A mí me llama la atención, por ejemplo, que sea una cosa absolutamente idiosincrásica lo actitudinal que es ArteBA. Yo creo que con actitud los argentinos lograron que la gente comprara arte. “Está buenísimo vender arte, estamos en el primer mundo”, es como una cosa así.” En todos lados hay ferias re importantes, acá hay un plan que está buenísimo, vamos a hacerlo bien a tope”. Es algo que todo el mundo apoya, la prensa, los medios, en todos lados. Y la crítica compra el evento sin verlo, y viene y sucede. Y me parece que está bueno. Es un poco lo que dice él: no hay que desaprovechar las cosas que están. Me parece que hasta podemos ser críticos, cuestionarlas, pero me parece que está bueno ir sumando. Yo no repensaría para atrás, lo que sí me parece, como que yo empujo para adelante con eso, son estos proyectos que tienen que ver con generar desde soportes distintas estrategias delirantes. En el texto que te di para Visitas, nombraba un poco a Dani Umpi, sobre todo en sus comienzos, no tanto ahora. Que pasaron cosas increíbles: por ejemplo, el tipo formaba un movimiento, eran dos pibes y dos minas, y empezaban a hacer algunas cosas performáticas hasta que los contrataron a fiestas de 15. Y una vez imitaron al grupo ABBA, se disfrazaban de ABBA y era toda una cosa que transcurría entre el museo y la fiesta de 15. Cuando terminaba la fiesta de 15, cuando terminaban de tocar en la fiesta de 15, la gente les pedía autógrafos pensando que eran ABBA realmente, y ellos les daban autógrafos. Eso me parece que es un pequeño gesto de reflexión importante. Dani Umpi hace obra, ahora con una estrategia que está más vinculada con el sonido, hace la traducción de un disco de Jaime Roos que se llama Sur –Jaime Roos es como el emblema de la música popular uruguaya–, y él le pone North, y hace el mismo diseño de arte de tapa, todo, cambia Jaime Roos por él, todos los temas iguales, con los mismos arreglos, los cantó todos en inglés. Un tema, el corte de eso, lo pasan en la radio, porque a alguien se le cantó y lo pasó en la radio. Y se generó un hit, una de las canciones más escuchadas del año, promovida por una de las radios más importantes de Montevideo. Eso generó que después lo invitaran a la tele. Y eso me parece que subversiona de alguna manera el campo del arte de una forma más interesante que crecer para atrás, lo que ya está mal, de alguna manera, pelear por qué no nos entienden a nosotros también con lo que ya está.

Gabriela Forcadell: Me parece necesario pensar este evento, que es el evento donde estamos ahora nosotros sentados…

Fernando López Lage: Decilo, feria de arte.

Gabriela Forcadell: ...como un recorte totalmente arbitrario de un contexto del que no es representativo totalmente. Porque si nosotros pensamos el arte en el contexto de producción regional o internacional, lo que ocurre acá adentro es algo. No sé si es mucho o poco. Es algo.

Fernando López Lage: Una especie de trick político. O sea con responsabilidad, usarlo con responsabilidad. Esto es una estrategia política, artística, digo. La acción de que esté este stand acá adentro, esa acción como de abarcar y de alguna manera absorber el fenómeno emergente, que es básicamente lo que hizo la historia del arte, es decir, donde hay conflicto lo compramos, lo absorbemos y punto, se acabó. Entonces, me parece que está bueno que lo que pase sea bueno acá. Le digo a ArteBA "Gracias por invitarme, pero todo lo que me estás planteando para que pase eso, para que me iguales hacia abajo con el resto, no va a pasar porque la obra que tengo no sirve. O sea, no podés ponerla en la vidriera, acá no se ve bien por ejemplo, y no podés ponerle un marco...". Entonces, me parece como que son pequeños territorios diferentes. O sea, me parece bien que haya gente que vende cuadros de Polesello, pero me parece que también está bien que haya gente que haga fotocopias de texto y las intervenga con silvertape, y no lo tiene que hacer acá capaz. Y capaz que no, capaz que no los tiene que vender. Capaz que el evento que genera la reflexión sobre ese objeto es una cosa que tiene que ver sólo con gente que quiere pensar. Entonces, para mí lo que está confundido es el tema de mercado y campo, son dos cosas muy diferentes para mí. El campo, a pesar de que hay agentes que tiene en común con el mercado, me parece que es como una torta que tiene que ver con lo que genera pensamiento, con lo que genera esta situación, con lo que genera reflexiones. El mercado lo que genera es ventas, marcas, movidas, subidas y bajadas, y vos podés estar ahí o no, si querés…

Gabriela Forcadell: ¿Y la feria como dispositivo del campo?

Fernando López Lage: La feria es un agente dentro del campo, un agente chiquitito, una pequeña porción y es un gran agente en el mercado. Pero la feria no genera absolutamente ningún tipo de reflexión, ni de cuestionamiento sobre lo que tiene que ver con el objeto en sí y lo que está planteando el artista, digamos. Así sea como crisis, como conflicto o como espacio de subversión. Nadie va a comprar eso.

Gustavo Romano: No, de hecho también podemos preguntar qué es lo que compran en una feria. Evidentemente…

Gabriela Forcadell: O que el consumo sea el núcleo final del objeto del arte.

Fernando López Lage: Lo que pasa es que hay un grupo de gente que colecciona arte, hay un grupo de gente que eventualmente compra arte, hay un grupo de gente que le regalaron arte, hay gente que no compra arte. Toda esa gente está en el mercado del arte. Y el tema es: cuando vos hacés arte, para mí tiene que estar bien claro –además del sentido de eso– a quién te dirigís. Yo no voy a hacer una propuesta, por decir, conceptual hermética para venderle a los coleccionistas de ArteBA. Si yo ya sé que a ese público no la puedo dirigir. Si la hago para tres amigos, bla bla bla, sea tres conocidos. Lo que pasa es que no se puede obviar a dónde te dirigís, a quién.

Gustavo Romano: Yo cuando traje esta obra, que es una pieza que sólo la ve el que la compra, sin decirle a nadie de qué trata la pieza, si la tiene que vender tiene que encontrar una posibilidad para ofrecer la obra. Evidentemente no es una obra para colgar en ArteBA, pero a mí me parecía muy interesante ponerla en una feria de arte, para darle sentido por el lugar…

Fernando López Lage: Pero también, ¿vos viste…? Ahora que me hiciste acordar de Carly Simon la canción esa You’re So Vain, una canción del 70. Hay todo un mito con esa canción, que parece que tuvo un romance con Warren Beatty y que le cantaba esa canción. Pero nunca se dijo del todo, ella nunca dijo públicamente “sí, esa es la canción“, pero ahora se remató en secreto en un millón de dólares, y un señor compró ese texto, y firmó un contrato de no poder decirlo por no sé cuanta cantidad de tiempo. Comprar en secreto a quién estaba dirigida esa canción me parece que son cosas que de alguna manera los artistas son los que captan con las antenas, ¿no? Y por eso se dan, suceden…



         
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