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puerto
de buenos aires - darsena norte- 26 de noviembre - 2005, 20.30
hs.
edición: -
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donde
duermen los hibridos
jacqueline
lacasa
una
producción de:
En
nuestras latitudes, la mirada está empapada de los flujos
que aún impone la modernidad como modelo productor de sentido
crítico. Este modelo comienza a colapsar cuando se recorren
los territorios que conforman la historia del arte. Allí
se encuentran “cyborgs” que representan un lugar de
tránsito, una zona de contacto.
Estamos ante el desafío de detectar ese espacio de intersección
que permita trazar un nuevo mapa donde las fronteras de lo tradicional
y lo contemporáneo contacten y se produzca un encuentro.
Una forma de responder a este desafío sería encontrar
cyborgs en el sentido que plantea Donna Haraway en su manifiesto
donde las culturas se transforman a través de la hibridación
(la definición más simple de un organismo cyborg
es la mezcla de una máquina con un organismo vivo). Esta
autora postula que desde finales del siglo XX estamos viviendo
en un mundo cyborg que permite transitar todas las fronteras y
nuevos espacios.
La aceptación de los cyborgs contiene el germen de la hibridación,
allí se naturalizan las fronteras como posibles espacios
de encuentro y diálogo para modificar la dinámica
de la producción local. La existencia de agentes híbridos,
como catalizadores, permite operar generando un nuevo orden: el
caos.
El
quehacer de los cyborgs
Los
cyborgs conviven en medio de las dificultades de siempre, necesitan
de ellas para sobrevivir. Sostienen diferentes posiciones acerca
de los objetos comunes y prescinden de los espacios convencionales
o en su defecto los invaden sin prejuicio.
Consideran que los efectos de implosión son más
sugerentes que las visibilidades. Usualmente, trabajan desde cultivos
rizomáticos reconstruyendo la trama del tallo subterráneo
de manera interdisciplinaria y no se ciñen a un solo territorio.
Por lo general se alimentan de cartografías creadas para
reconocer su posición y la comparten como forma de alfabetización
y esparcimiento viral. Para activar nuevos criterios ponen de
manifiesto la esquizofrenia de las máquinas deseantes.
Algunos cyborgs manejan la posibilidad de capturar eventos de
la realidad, produciendo una mutación. Por ejemplo, consideran
la desaparición de una historia oficial del arte como el
inicio de una nueva y vertiginosa forma de crear estudios visuales.
La escena de los cyborg es aquella donde cae el disciplinamiento,
entienden que el estado de crisis debe ser parte de la organización.
Se sumergen en sistemas de inestabilidad y allí bucean
sin grandes dificultades. Cuando entran en territorios instituidos,
como el cuerpo territorial de la historia del arte, proponen la
rapidez de los estudios visuales para acelerar la velocidad y
el tiempo. Así, están prontos para trabajar en condiciones
de visibilidad mínima y máxima operatividad, capturando
puntos de fuga y convirtiendo sus estudios en una amenaza constante
a los mecanismos preexistentes de elaboración y conceptualización.
Rutas
de acceso.
Los
artistas que participan de Magazine In Situ – Backstage
fueron consultados acerca de obras o proyectos que, a su entender,
configuran un punto de inflexión en la producción
de los espacios artísticos. Estas son sus respuestas:
Belén Gache
En 1930, en el Segundo Manifiesto Surrealista, Breton escribía
su polémica frase: "El acto surrealista más
puro consiste en bajar a la calle revolver en mano y disparar
al azar contra la multitud", haciendo referencia al "deseo
de acabar de esta manera con el despreciable sistema de envilecimiento
y cretinización imperante." Setenta años más
tarde, Horacio Zabala presenta en su muestra Futuro Imperfecto
su obra Mirá cómo tiemblo, un aerosol que lleva
adosado un encendedor de bolsillo: un arma incendiaria potencial,
de fabricación casera y económica. La exposición
de este objeto como objeto de arte remite a la remanencia del
gesto. En un mundo donde “el envilecimiento y la cretinización
imperante” parecen inmunes a todo, sólo resta el
gesto.
Enrique
Aguerre
Como proyecto artístico podría nombrar el trabajo
realizado junto a Osvaldo Cibils del 2001 al 2002 -cuando finalmente
perdimos pie- en torno a la Galería Lezlan Keplost. Resultado
de ese año y medio de trabajo colaborativo y no jerárquico
es el cd rom "LK_LAB" que reúne a más
de veinte artistas uruguayos que expusieron en la galería
y que fueron especialmente invitados para reflejar el "espíritu
de la Lezlan Keplost" sin ser un mero registro de lo que
allí ocurría.
El espacio creado por Osvaldo permitía el cruce de modalidades
y soportes sin ningún tipo de pudor en un medio tremendamente
conservador: pintura, objetos, instalación, video, fotografía,
netart, música electrónica, escultura, objetos y
dibujos así como la posibilidad de mostrar el trabajo de
artistas tanto consagrados como debutantes.
Acompañando cada una de las muestras Cibils producía
en forma artesanal un pequeño catálogo de tirada
reducida que más que documentar la muestra era una suerte
de extensión y complemento sutil de la misma. Y en esa
idea nos basamos para desarrollar el proyecto "LK_LAB".
Cada uno de los artistas invitados aportó fotografías,
animaciones, música y textos para ser procesados por nosotros
con total libertad de acción. Una vez finalizado el cd
rom cada artista recibió una copia del mismo con la condición
de que vendieran al menos uno para financiar los costos. De más
está decir que no fue un buen negocio desde el punto de
vista económico.
Pero sí lo fue la experiencia de producir en forma conjunta
un proyecto tan hermoso como inestable llamado "LK_LAB"
que debe andar entreverado en alguna que otra pila de discos compactos.
Fernando López Lage
Me voy a referir a la semana de la acción organizada en
la fundación de arte contemporáneo en el año
1999, con auspicio de la alianza francesa. Se organizo un evento
que implico que durante 6 días artistas que no provenían
necesariamente de la disciplina performance, fueron convocados
para realizar una acción, un hecho artístico en
vivo, un gesto que implicara una idea presentada frente al público.
Se hizo una reunión con los artistas convocados que no
tuvieron filtros (queríamos que el acto curatorial fuera
autónomo) y se planteo la consigna. Se agendaron cinco
artistas por día con las diversas necesidades técnicas
y se arranco con un público de más de 100 personas
por día que hicieron un total de 1000, sumados al final.
Fue un punto de inflexión en la producción de ese
momento, porque se organizó desde un grupo de artistas,
se convocó a artistas de todas las disciplinas y los campos
se cruzaron con comodidad. se reunió al público
en un espacio de trabajo no institucionalizado hasta ese momento.
Se acerco a gente como Marosa di Giorgio que participó
de una acción. Gente que venía de la danza y la
música también. Pienso que descongestionó
de alguna manera la forma de producir eventos, y desacralizó
la impronta que tenían hasta ese momento las instituciones
organizando muestras. Además se replanteó el tema
de la performance (participaron artistas que provenían
de esa disciplina) porque la mayoría de los artistas eran
pintores, instalacionistas o escritores. Lo interesante para mi
fue como cada uno logró traducir el hecho artístico
en una acción concreta. Vila desarticulo su iconografía
en una acción donde se desprendía de un maletín
un globo inflado de helio con una simple piola donde colgaban
sus micro retratos de personalidades de nuestra cultura, mientras
un tango imponía "el tempo" a la acción
que no implicó nada mas que abrir ese bolso para que el
globo quedara suspendido en el aire y dar paso a que el artista
se colocara entre el público para ver también que
pasaba. De esta actividad también surgieron nombres de
artistas jóvenes que hoy ocupan un lugar importante en
el campo del arte: Martín Sastre, Julia Castagno, Paula
Delgado, Dani Umpi.
Además de todo lo anteriormente dicho, se resignificó
el término performance, renombrándolo acción,
dando paso a que estos eventos fueran realizados no solo por Clemente
Padin u otros clásicos de la performance sino también
por artistas como Marosa, Roberto y Riki Musso, Isabel de la Fuente
o gente del espacio de Graciela Figueroa abriendo un territorio
nuevo en el accionar de ideas.
Harto_espacio
Respondiendo a tu pregunta: nos parece que ha habido un movimiento
en la forma de producción en la última década
y que ha sido de producción solitaria o aislada a producción
colectiva o en red. Como sabes en México unos años
antes de mudarnos participábamos de un colectivo artístico
que se llama Atlético. Recién llegamos a Montevideo
conocimos a Movimiento Sexy y así hemos conocido o hemos
sabido de otros tantos colectivos que producen sus eventos con
un espíritu parecido. Adelantar es un colectivo. Los colectivos
facilitan la tarea de producción.
Las redes facilitan la circulación de la producción.
Con harto_espacio tratamos de unir redes de arte. A principios
de este año tuvimos la increíble oportunidad de
conocer otros proyectos similares en el 1er Encuentro Internacional
de Espacios Independientes que se realizó en Valparaiso,
Chile. Hoffman's house organizó este encuentro con el fin
de presentarse los unos a los otros.
Javier
Abreu
Es difícil hablar de "un artista", creo que muchas
veces son como situaciones que escapan muchas veces del lugar
llamado "arte" lo primero que destaco es un lugar en
particular "pachamama" en su primer año de vida
( después ni hablamos fue otra cosa nada que ver) recuerdo
los domingos en los que las chicas lindas del centro de diseño
industrial mostraban sus "colecciones-primavera verano",
en la previa siempre participábamos artistas visuales.
Las primeras acciones performáticas como "ser mujer"
y luego woman liberation" acciones generadas por mi pero
realizadas por chicas amigas eran muy divertidas, había
también body painting,"cantantes de cuarta"...etc.
la gente no entendía nada pero estaba dispuesta a pasarla
bien y olvidar el bajón económico de esos años
muchos de los que en esos años , quizás hoy tenemos
mayor visibilidad en un lugar ahora si "llamado arte"
y nuestro trabajo que siempre estuvo hecho con seriedad empieza
a ser valorado
esos domingos eran una verdadera fiesta en "ese sótano"
de la plaza independencia nos quedábamos veinte o treinta
personas "festejando"(?) Hasta las tres de la mañana
(un domingo !!!!!!!!!!!)
José Roca
La Bienal de Venecia (de Bogotá).
La discusión sobre actuar dentro o fuera del marco institucional
ha sido una constante en el arte colombiano desde mediados de
los noventa, y la fuerza de los proyectos de auto-gestión
y de curaduría realizada por artistas, ya no en oposición
sino como prácticas paralelas a las institucionales, han
hecho que muchas de ellas hayan tenido que replantear su papel
para recuperar su pertinencia en un medio que se hace cada vez
más horizontal, con artistas empoderados que son conscientes
de las limitaciones que supone el modelo institucional. Es sintomático
de lo anterior que el principal espacio de crítica y reflexión
sobre el arte y la cultura contemporáneos en Colombia sea
Esfera Pública, un sitio web coordinado por un artista
(Jaime Iregui), en donde escribe todo el que quiere y que llega
a una comunidad principalmente artística que rebasa las
fronteras nacionales.
El arte contemporáneo en Colombia pasa por un muy buen
momento, como parece evidenciarlo el interés que ha despertado
la obra de los artistas consolidados e inclusive de muchos de
los emergentes en el ámbito regional o internacional. Esta
situación coincide con uno de los períodos más
difíciles por los que ha pasado el país en términos
políticos y sociales, lo que parecería darle crédito
al cliché que afirma que hay una exacerbación de
la energía creativa en tiempos de crisis. Ante la ausencia
de un contexto apropiado (museos dedicados al arte contemporáneo,
galerías serias, coleccionismo), se ha dado un fenómeno
interesante en Colombia. Los artistas han decidido pasar a la
acción a través de iniciativas individuales que
en muchos casos han logrado integrar en torno a sí a toda
la comunidad artística, convirtiéndolos en medios
muy efectivos de animar la discusión. Esta voluntad de
actuar en contextos en los que normalmente no hay actividad artística
se ha materializado en una serie de proyectos que ha desplazado
el marco de acción usual hacia otros espacios. Es interesante
cómo en muchas ocasiones se recurre al equívoco,
al juego de palabras y al desplazamiento de una práctica
de un contexto a otro para lograr visibilidad. Me referiré
a algunos de ellos.
Un proyecto que comenzó casi como un chiste de estudiante
se ha desarrollado hasta ser un evento de gran importancia para
la comunidad en la que se realiza, a la vez que ya ha tomado una
cierta relevancia para el medio artístico “formal”.
Aguirre y otros artistas de la Universidad Nacional se agrupaban
en un colectivo conocido como Las Matracas, y como tal realizaban
acciones y obras colectivas. Ante la dificultad de participar
en eventos internacionales (como la Bienal de São Paulo
o la Bienal de Venecia, para las cuales el representante por Colombia
es escogido por el Consejo de Artes del Ministerio de Cultura),
decidieron crear su propio evento, la Bienal de Venecia (de Bogotá),
en el popular barrio Venecia de la capital colombiana. Alejado
del centro de la ciudad y de toda actividad cultural, biblioteca
o museo, Venecia es el contexto más ajeno a la actividad
artística que se pueda escoger. Jugando con el equívoco
que genera el nombre, Franklin Aguirre y sus compañeros
lograron un acercamiento que funcionó en dos sentidos:
de una parte, todo el medio artístico se desplaza al barrio
Venecia para visitar la Bienal (que ya ha hecho más de
cinco ediciones). De otra, la comunidad local, que en un inicio
se mostró desconfiada, se ha involucrado de una manera
activa en la realización de la Bienal, y la presencia de
intervenciones de artistas en los espacios públicos, tiendas
y casas de los residentes es algo ya integrado socialmente: la
usual prevención frente al arte contemporáneo, “¿es
esto arte?”, no se da, tal vez porque las nociones tradicionales
de obra artística nunca formaron parte de la realidad de
este grupo social. Sobra decir que para la comunidad del barrio,
en el título de la Bienal de Venecia no hay ironía
alguna: es la que ellos conocen; la que se realiza (según
les han contado) en Italia, es definitivamente “la otra”.
Juliana
Rosales
La ciudad donde nací se inunda cada dos o tres años.
Como mucho de lo que vivimos cuando somos chicos, el recuerdo
de Mercedes inundado es mágico: andaba en bote por la calle,
se podía entrar a las casas por las ventanas, y por un
tiempo vivía de campamento en una casa que alguien les
prestaba a mis padres.
Mucho tiempo después buceé un poco: abajo de la
superficie lo que conocemos como colores, sonidos y texturas cambia.
Tenemos que estar bajo control, ya que el peso, la velocidad de
nuestro cuerpo son diferentes.
Hace más o menos diez años conocí la obra
de Bill Viola, la que no sé si marca un punto de inflexión
en mi trabajo o en el campo del arte contemporáneo. Lo
que si había allí era esa extrañeza que recordaba,
que había visto/oído/tocado.
Luis
Camnitzer
Algunas manifestaciones de los hackers (X-Ploit por ejemplo en
relación al movimiento zapatista). Los hackers son los
herederos del conceptualismo político latinoamericano y
logran manifestarse en un circuito independiente del mercado,
afectando la cultura en una forma mucho mas radical que cualquier
objeto artístico.
Santiago
Tavella
Magazine In situ-Backstage como proceso de intercambio regional,
específicamente entre Buenos Aires y Montevideo, del cual
he participado en diferentes disciplinas, como curador, artista,
músico, creo que es un proceso incipiente pero del cual
ya se están viendo algunos resultados, me interesan particularmente
los que están relacionados con la influencia de los intercambios
en los procesos creativos y de producción, que se dan en
los diferentes agentes que participan de estos procesos.
Estrategias comunes
“Zona
de contacto y trabajo en red,” son los principales elementos
que se encuentran presentes en muchos de los proyectos mencionados
anteriormente. También tienen en común la urgencia
desde la cual surgen como forma de sortear las limitaciones del
presente. Cada una de estas experiencias constituyen los lugares
donde duermen los híbridos, señales profundas que
finalmente emergen.
Magazine In Situ Backstage
Buenos Aires 2005
jacqueline
lacasa
Es Licenciada en Psicología. Integra la Fundación
de Arte Contemporáneo y la Asociación Uruguaya de
Críticos de Arte. Ha participado en numerosas muestras
colectivas e individuales entre las que se destacan: “In
utero” (2004) , “Leo Toy Company” (2005) y “13
curadores, 13 artistas” (2005). Ha recibido el tercer premio
en el Concurso Paul Cezane organizado por la embajada de Francia
en el año 2004 y fue seleccionada por la Fundación
OSDE en el mismo año. Seleccionada para participar en la
Bienal de Arte del Mercosur 2005. Ha publicado un ensayo y varios
números del periódico de “La hija Natural
de JTG”. Publica regularmente en la Sección Cultural
del diario La República y escribe para la revista ARTE:
de APEU (Asociación de Pintores y Escultores del Uruguay).
Asimismo trabaja como curadora independiente.