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charla
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“Culturales
Objetos Suntuosos””
interferencias
Magazine in situ en arteba 2006
gabriela forcadell – –
modera:
sábado
20 de mayo 2006, 19 hs.
Alicia
Herrero: Dijiste “yo traje algo”.
Gustavo
Romano: Bueno, lo que pasa es que yo no sabía que era una
charla, pensé que era una conversación entre nosotros.
Entonces pensé que cada uno tenía que decir algo y
después íbamos a charlar. Puedo sintetizar muchísimo
eso y después Alicia puede hacer una gira y si quieren charlamos.
O me olvido de todo lo que traje, da igual.
Fernando
López Lage: Tiralo, de todas maneras la idea es charlar.
Gustavo
Romano: En realidad, vos decías que la palabra que había
puesto Alicia era suntuoso. En realidad, las tres palabras que puso
me parecieron rarísimas: suntuoso, objeto, cultural. Y en
realidad lo que más raro me parece es la palabra objeto,
por lo que hago y por la manera de encarar el arte que yo tengo,
lo más raro me parece la palabra objeto. Me quedé
pensando que había dos formas de desmaterialización
del objeto que se venían dando últimamente. O sea,
uno tradicional a lo largo de todo el siglo XX, que tiene que ver
con una desmaterialización progresiva...
Fernando
López Lage: Y estas obras, en proceso o no, van generando
hacia otros campos. Parece que de alguna manera se siguen manteniendo
en esa cosa de work in progress, la obra en proceso. Y que sigue
confundiendo a las instituciones, digamos: dónde lo metemos,
qué hacemos, en qué cajón, qué archivo.
Entonces, a mí me parece –más allá de
lo estratégico en la producción de objetos suntuosos
y ese tipo– la estrategia puede ser incluso también
la estrategia que te deja una obra abierta o una obra que el resultado
mismo sea el proceso. Me parece como un punto más interesante,
o no sé si interesante, capaz un punto de inflexión
donde hay una cultura, como una subversión de lo objetual:
cuando rompe límites e ingresa a otro territorio. Cuando
la gente dice: “Ah, pero esto no es arte”, y se empieza
a redefinir de nuevo y después otra vez el proceso, evidentemente.
Gustavo
Romano: Bueno, lo que pasa es que a veces eso está bien,
evidentemente porque… por ejemplo, si tomás en cuenta
intervenciones en el espacio público, lo que sea, intervenciones
en general, si vos le ponés el rótulo de arte, digo,
está bueno que te digan “esto no es así”,
porque muchas veces si le ponen el rótulo de arte deja de
tener todo peligro, pierde toda esa cuestión que te alarma
o que te hace ver las cosas de distinto color, ponerte a la defensiva
en todo caso, reflexionar. Me parece que si la gente pasa por esa
situación y le dicen “no, pero esto es arte”,
entonces dicen “ah, no es verdad, es ficción”.
Entonces, a veces uno corre la cuestión y trata de escaparse
de esas categorías de arte precisamente por eso. Muchas veces
el arte está tan desgastado con todas esas categorías
que de golpe encontrás lugares más frescos por fuera.
Gabriela
Forcadell: Quería, como esta es la primera charla de un ciclo
que tiene este título trabajar formalmente sobre sus palabras.
Había estado haciendo un mapa de las referencias que encontré
para la palabra suntuoso, en español, en la web. Sobre qué
se depositaba en esa palabra, qué palabras acompañaban
a suntuoso. Y así, en una primera búsqueda, hice un
listado, casi por orden, donde encontré: una suntuosa pileta,
un suntuoso auto, un arte suntuoso, algo decimonónico suntuoso,
un atuendo, un ornamento, un esmalte, un anfiteatro, un templo,
un sillón, un ajuar, un interior, un sepulcro, un tocado,
un hotel, un tributo, un hall, un espejo, un chalet, un salón,
un hospedaje, un diseño, un lobby, un anacronismo suntuoso,
un cenáculo, un tacto, y un bouquet. Para tener un escenario
de despliegue de esa palabra en español. Me parecía
que pensar qué sería un objeto suntuoso dentro del
contexto de esta charla que ocurre en esta feria, nos lleva un poco
a pensar en estas prácticas culturales como ornamento, que
es un poco lo que se piensa de la palabra suntuoso, de algo que
tiene ese carácter ornamental por lo lujoso, lo que de alguna
manera es más de lo esperado. Pensando sobre las prácticas
culturales, trabajé en base a los textos que vos (por Fernando)
propusiste para Visitas, en el que trabajamos con Alejandro…
Esto es Bourdieu… Voy a los apuntes. El texto se llama Distinction.
Empieza con una cita de Paul Claudel que dice: “Debe haber
leyes que protejan al cuerpo de un conocimiento adquirido, donde
un buen alumno toma notas, colgándoselas de los labios de
sus maestros, construye un stock intelectual que después
convierte en negocio, que pertenece a él como una casa o
su dinero“. En este texto Bourdieu plantea una sociología
del gusto, donde asocia la idea del gusto elaborado hacia los objetos
con una idea de distinción social de clase. Y empieza a pensar
si se puede trabajar desde el sentido antropológico la palabra
cultura al mismo tiempo que desde el sentido social de distinción,
pensando que el gusto desde lo antropológico se podría
reducir al gusto elemental de los sabores por la comida. Cuando
uno habla de cultura desde lo antropológico y cómo
esto es traducido o extrapolado a los criterios de diferenciación
social.
Otro tema que relaciono con lo que propone Alicia es esencialmente
la idea de este consumo cultural, que es el objeto de discusión
de este ciclo de charlas. Asociando a esto, trabajé un poco
otros textos que propuso Sofía Hernández sobre distintas
prácticas de consumo cultural y la relación de los
museos con la cultura. Un poco el tema que Alicia está planteando
es cómo un museo colecciona un objeto intangible que es esta
producción del proceso de obra. Y es un poco también
el problema que se plantea en relación a este mismo proyecto
(Magazine in situ en ArteBA), a diferencia de otros stands.
Fernando
López Lage: A mí me parece que está bueno.
Incluso yo creo que a mí no es que me genere… O sea,
a mí no me genera conflicto básicamente lo objetual.
Lo que sí me genera conflicto es cómo se van agregando
cosas. Eso es referente a lo que decía hoy al principio,
que tiene que ver con esos puntos que entre un campo y otro se van
como conquistando y se agregan al campo del arte, digamos, al campo
donde están los objetos. Es cierto que los museos están
comprando proyectos estúpidos, más allá del
work in progress. Un papel escrito con un proyecto irrealizable,
iluso. Es una idea mucho más que intangible, es irrealizable.
Ni siquiera tiene la posibilidad de un registro, ya sea fotográfico
o en video. Creo que se le agrega un dato más a esa intangibilidad,
a esa invisibilidad de la obra que se produce en ese proceso. Y
no sé dónde para esto, porque evidentemente va a estar
marcado, porque cuando los agentes se empiecen a ir poniendo nuevas
cosas de diferentes lugares, evidentemente los museos quedan cuestionados,
las colecciones quedan cuestionadas. Yo no sé si realmente
los contenedores del arte que existen ahora van a seguir siendo
contenedores de la producción que se viene. Seguramente no.
El tema es si es necesario, a partir de estas nuevas producciones,
fetichizarlas digamos, si generar una serie guardada que hay que
tener porque me identifico con una cosa narcisista y después
lo hago público y bla bla bla, comparto ese gusto mío
con la gente… Me parece que son como adjetivos que de alguna
manera se están dejando de lado. Y está buena esa
definición que encontraste en el diccionario de la palabra
suntuoso, porque de alguna manera también hablan de eso.
O sea, es como que estos nuevos proyectos de alguna manera dejan
de lado esa adjetivación del objeto que tiene que ver con
lo ornamental, con un bouquet, con lo suntuoso de una casa, de un
chalet y esa cantidad de cosas que siempre están referidas
a ese objeto. Y me parece que se conquista un territorio nuevo que
es muy complejo de poder incluso mostrarlo. Digo, más allá
de que estamos en el stand de Magazine in situ, que es un proyecto
muy renovador para lo que es el coleccionismo clásico, incluso
para lo que es la feria, está en un stand. Podría
estar en la web, o podría estar alguien contando el proyecto.
De todas maneras creo que es parte del proceso, que tiene que ver
para mí con la crisis incluso de la representación.
Ya no hablamos del objeto ni del autor, de cómo se simboliza,
digamos, si es necesaria la metáfora, hasta qué punto
el internalismo y el arte ya no empiezan a tener como puntos donde
conviven. Y para mí esos pasos de subversión son los
que generan más estado, digamos, más pensamiento.
No más estado de subversión, no estado con mayúscula.
Gustavo
Romano: Lo que decías de las instituciones. Yo lo que pienso
también es que en realidad no hace falta decir si sigue el
tema bastante por detrás de las tendencias artísticas.
Porque de hecho se crea como un resguardo, después hay que
pensar con la intención de mostrar lo que está pasando
¿no? pero siempre desde estructuras anteriores. Me parece
que lo que estamos viendo ahora son como los últimos intentos
de tratar de guardar en una caja cerrada y al resguardo cosas que
ya son muy difíciles guardar. Y por eso me parece que sigue
un poco la conducta, digamos, del mercado, de otro tipo de mercancías,
por eso lo de esta colección en su marco. Pero más
allá de eso lo que pienso es que el paso siguiente me parece
que debería tener una funcionalidad bastante diferente. De
hecho lo está teniendo en algunos casos. Si ves algunos casos
como Muntadas. En realidad, las instituciones terminan coproduciendo
con el artista cierto proceso, que es su trabajo, y que de alguna
forma es como que termina siendo más que un museo –me
parece que una de las intencionalidades puede ser esa–, casi
un laboratorio, ¿no? Un lugar que produce discursos, un lugar
de apoyatura de proyectos, que es muy distinto a la capacidad que
tiende a almacenar las cosas, ¿no? Yendo un poco más
allá con la cuestión de los mismos medios, también
está claro que en muchas obras se dio este traspaso de una
categoría de narración hacia una cuestión como
de base de datos. Es un poco también algo que algunos museos
también están tendiendo: más que dar una narrativa
sobre el patrimonio, ser como una especie de base de datos con múltiples
posibles entradas y narrativas que va haciendo cada usuario. Ya
no un consumidor de objetos sino alguien que está haciendo
un searching.
Gabriela
Forcadell: Lo que planteaba es que pareciera que el debate público
sobre la situación del arte, el que uno encuentra en las
charlas, en los medios, se está preguntando si el arte argentino
puede ser global, si se pueden conseguir estructuras de financiamiento,
si se puede promocionar o patrocinar el arte con distintas estrategias
públicas y políticas. Y eso, es un debate que no cambia
la esencia del trabajo que nosotros hacemos. Creo que si bien es
claro que nos involucra, no es lo prioritario dentro de nuestras
prácticas en este momento…
Fernando
López Lage: Yo creo que sí, que es absolutamente importante.
Porque para mí no tendría sentido generar un proyecto
cultural, artístico, objetual, eventual, como sea, si no
tienen un lugar de destino, un lugar donde suceda la reflexión
y el cuestionamiento. No estoy seguro que sea en un museo, no estoy
seguro que tenga que ser patrocinado. Me parece que si está
patrocinado, mejor, porque el artista tiene que vivir de algo y
si está la plata mejor. Pero no creo que una cosa tenga que
ser imprescindible para otra. Creo que hay un montón de situaciones
que se generan que incluso son interesantes como lectura fuera del
campo del arte, que no tienen nada que ver con lo institucional,
con lo que legitima ese trabajo del arte. Entonces, si pensamos
en una forma para mí tan ingenua, que nosotros los artistas
que estamos pensando siempre en crear pensamiento sobre estos tópicos,
no nos preocupe ese tema… Yo me acuerdo el año pasado,
que estuve acá, que Eduardo Navarro hizo una maratón
en un parque de Palermo. Hicieron toda una acción de repartir
volantes invitando a la gente para que el domingo a la mañana
fueran a una maratón, la gente se inscribía y hacían
una maratón, corrían por el parque y bla bla bla,
terminó. No pasó nada, fue eso solo. Pero me parece
que el sentido de eso tenía que ver con que tres personas
que pasaron por ahí se anotaron y participaron de la maratón.
Ese era el sentido de la obra y del proyecto del artista. No creo
que tenga que pensar más allá de eso: la proyección
desde el Estado, si es posible o no desde lo público, hacer
proyectos que tengan carácter subversivo. Me parece que todos
los subversivos terminaron siempre dentro de la caja blanca y lo
más interesante es que la caja blanca está empezando
a vender el acervo porque no tenemos más lugar para meter
cosas. Hasta determinado tiempo se está vendiendo o que compraron,
y renuevan la compra de nuevo y están empezando a comprar
la cortina de plástico de Félix Gonzalez Torres a
1.7, el de Matheu Barney a 1.8, y decís ¿qué
está pasando? ¿Por qué compran tan caro una
cortina de plástico que la compran en el supermercado, la
de Félix? Es más o menos igual. ¿Qué
es lo que compran ahí? ¿Qué es el valor que
lleva esa cortina de veinte dólares a un millón setecientos?
Es la autoría y la institución que legitima esa autoría,
dejando de lado lo suntuoso del objeto, pero haciendo mucho énfasis
en lo suntuoso del autor.
Gabriela
Forcadell: Pero lo que planteo no es una mirada despreocupada sobre
la estructura económica que sostiene nuestra práctica.
Pero sí creo que no es el eje pivotal de nuestra práctica
pensar esa estructura. Porque estos días estaba planteándome
cuánto tiempo es necesario para preguntarse por la naturaleza
de esta estructura que es lo que están haciendo muchos de
estos artistas desde distintos contextos y con situaciones diferentes.
¿Puedo yo pensarme como algunos artistas conceptuales una
proveedora de servicios, cuando no se solicita este servicio en
nuestro contexto?
Fernando
López Lage: Pero no podés evitar el bloque del mercado.
Estás hablando de oferta y demanda.
Gabriela
Forcadell: Cuánto tiempo puedo perder pensando si esa ley
de mecenazgo nos va a favorecer o no, sabiendo que tiene que ver
con una estructura de pensamiento sobre el arte que no tiene del
todo que ver con mi práctica.
Gustavo
Romano: Yo no me haría preguntas en el sentido que para mí
las instituciones siempre van por detrás. Digo, que el artista
tiene la capacidad y la responsabilidad de hacer provecho de las
instituciones, diría de un modo táctico, utilizarlas…
Fernando
López Lage: Responsablemente.
Gustavo
Romano: Para obtener determinadas cosas, sabiendo las limitaciones
de las instituciones, que en general son una caja de resonancias.
Entonces, uno tácticamente, si le interesa la difusión,
las puede usar. Y si no le interesa la difusión lo va a ser
por otro lado. Me parece que no tiene uno que guiarse por las reglas
de la legitimación ni lo que rigen las instituciones, sino
sacar provecho en cada caso, en cada momento, en cada posibilidad
que se aparezca.
Fernando
López Lage: A dónde dirigís, a dónde
depositás ese proyecto, esa idea… Porque vos me decís
“tengo un proyecto que es una idea, la voy a escribir, y la
cuelgo en la red”. Capaz que no estás en el campo del
arte, pero hay otro montón de eventos que de alguna manera
también van a hacer que eso se legitime de alguna manera
cuando alguien empiece a hablar. Y se canibaliza de nuevo. Es una
especie de antropofagia.
Gustavo
Romano: Hay gente que vos vas a un museo y le decís: yo necesito
siete millones de pc’s conectadas a Internet y también
necesito tres o cuatro satélites y necesito que esté
abierto las 24 horas. Te dicen no, no se puede. Pero si colgás
algo en Internet es eso. Yo por eso pienso en… porque hoy
pensamos en los dispositivos, las instituciones y las tácticas,
pero si vos tenés eso y necesitás eso, usalo. Sería
tonto tener un museo que tenga siete millones de pc’s.
Gabriela
Forcadell: En realidad lo que me aparecía era la pregunta
que tiene que ver como con esta forma liviana de lo que se está
publicando sobre los problemas del arte hoy. Parece que el problema
del arte hoy es que no tiene financiación, que el arte local
tiene un problema o que podría estar mejor y no lo está
por desatención. Eso es lo que uno encuentra en los medios.
Y se me ocurrían escenarios posibles... Porque estuve leyendo
una propuesta sobre el tema de la ley de mecenazgo y otra propuesta
que planteaba que cada edificio que se construyera nuevo o se remodelara
tuviera un porcentaje de su presupuesto destinado a la compra de
obra de arte para el lobby del edificio. Y yo me preguntaba qué
tipo de obra podría entrar ahí. ¿Podría
haber una computadora conectada o podría haber un vecino
recitando algo? ¿Podría haber un proyecto o performance
o una obra inmaterial en el lobby de los vecinos? ¿Podría
haber una serie de charlas en el lobby o el hall de la casa de los
vecinos? Me pregunto si podría existir eso, que eso es hoy
la práctica del arte contemporáneo.
Fernando
López Lage: Pero para los que hacen esa práctica del
arte, el destino de su obra no es el lobby de un edificio, nunca.
Esa es una contradicción.
Gabriela Forcadell: Podría ser.
Fernando
López Lage: Pero sólo como parte de una ironía
que tiene que ver conceptualmente…
Gustavo
Romano: No, pero hay casos similares en que tener un cuadro ahí
me parece que tampoco…
Gabriela
Forcadell: Cuando
estoy trabajando sobre una idea me gusta testearla: Aparece esta
propuesta: que todos los arquitectos que remodelan edificios o construyen
edificios compren una escultura. Alguien que está diseñando
una estrategia pensará: ¿cómo será en
años el canon popular del arte?
Gustavo
Romano: En muchos países no se ve en lobbies pero se ve en
plazas, en espacios públicos, donde el Estado subvenciona
a artistas para que hagan cosas así.
Fernando
López Lage: Me parece bárbaro que lo pienses, pero
me parece que no es el tema de conflicto, me parece que el conflicto
pasa por otro lado. Porque, por ejemplo, estos pibes que no me acuerdo
el nombre nunca… que son un grupo que trabaja en la red, que
son medio hackers, que hicieron un proyecto de reforma en la plaza
con el símbolo de Nike. ¿Lo escucharon alguna vez?
Iban a sacar de la plaza pública de la ciudad esta estatua
ecuestre que había, no sé lo que era, la iban a sacar,
y como habían hecho un proyecto que estaba financiado, tenía
como sponsor a Nike, iban a poner la marquita. Prensa, empezaron
a simpatizar por la web hasta que salió en prensa publicado
que era una cosa desastrosa, que no tenía sentido, que cómo
iba a pasar eso… Empezaron a hacerse marchas en contra de
la propuesta, llegó el día de la inauguración,
donde todo el mundo estaba convocado en la inauguración del
nuevo monumento y no pasó nada: era todo un simulacro. Es
como ver un problema al revés, para mí. Y me parece
que es más interesante el cuestionamiento que generan estos
proyectos que son más subversivos, que tienen que ver con
escenarios donde no hace falta el simulacro y que de alguna manera
tienen que ver con tácticas que suceden en la guerra, digamos,
que ponían bombas tapadas con cartón para dispararlos
y en realidad era todo utilería. Me parece que esas tácticas
y esas estrategias que tienen un sentido muy particular y que tienen
que ver justamente con lo subversivo que tiene que ser el proyecto
artístico contemporáneo. Y no tiene que replantearse,
para mí, un artista que esté trabajando desde esta
perspectiva, nada que tenga que ver con la ley de mecenazgo. La
de Uruguay es un desastre, y encima tiene cierto perfume bolchevique.
Intenta que, si vos tenés un sponsor, lo presentás
al ministerio de promoción y cultura, ese fondo que conseguiste
va al ministerio y ellos deciden a quién se lo reparten.
Entonces se hace una bolsa común con los 30 mil de todos
los que consiguieron y a vos te tocan 10. Es decir, vos colaboraste
con veinte para que se haga otro proyecto en la ciudad. Es una forma
de socializar, es un disparate, es una locura. O tenés leyes
de sponsorización o no tenés. O lo hacés bien
o no lo hacés. Pero esto de un intermedio semi privatizado,
como que quiero y no puedo… Es decir, me parece que no es
un tema que tenga que ver específicamente con la producción
artística o con el pensamiento artístico. Tiene más
que ver con la política en el campo del arte, que creo que
no concierne a los artistas y se las regalo y se las dejo a los
agentes que están trabajando en eso. Que para mí tiene
que ver más con los agremiados, que en Uruguay existe un
gremio de artistas que acá no hay. Cuestionaron por ejemplo
la presencia de un director de un museo, del Museo Nacional durante
36 años, dijimos “qué está pasando, queremos
ver el acervo, queremos que se publique ese acervo, queremos ver
si están todas las obras, si faltan algunas”, porque
el tipo estuvo durante toda la dictadura inclusive. Y además,
la administración que hizo queremos verla, porque queremos
que sea transparente y bla bla bla. Y estos pibes cómo se
animaron a preguntar esto que estaba como tan callado… que
todo el mundo sabía pero que nadie decía nada. Entonces
me parece que esos cuestionamientos que tienen que ver más
con las características de la profesión, digamos,
en el caso que uno quiera profesionalizar su actividad, me parece
que tienen que ver más con lo gremial. Por un lado la Ley
de mecenazgo y todas las propuestas criticables o no que puede tener
el Estado hacia la promoción de la cosa.
Pero por otro lado, me parece más interesante, que hace un
montón de gente, que empiecen a cuestionar por arriba de
estas instituciones que legitiman de alguna manera esa cosa de objeto
lúdico del arte, del lobby del hotel y bla bla bla. Y por
arriba de eso generen situaciones absolutamente confusas, donde
la opinión pública se vea alterada, donde utilicen
cualquier medio de promoción, que puede ser la radio, la
tele o la prensa escrita, lo utilicen como soporte, como soporte
de la obra. Esos puntos me parecen a mí que son los que generan
más pensamiento o están generando más pensamiento.
Y de alguna manera creo que no van a estar nunca tampoco en cajas
blancas, son proyectos que van a estar sueltos. Es más, volviendo
a lo que decía al principio de la autoría, que no
sólo del objeto sino del autor, no se sabe quiénes
son estos pibes que hicieron este proyecto, como se hizo todo en
la red, no se sabe qué nacionalidad tienen, qué género,
si son hombres o mujeres, los nombres. No se sabe nada.
Gustavo
Romano: Sí, por otro lado está también la cuestión
de que muchas instituciones lo que tienen es como una función
didáctica, una función como educativa. De alguna forma
el museo, digo, en general, la educación, todo esto lo que
trata es de construir algo, un corpus sistematizado. Y la función
del arte me parece que es precisamente deconstruir el material ese.
Entonces siempre se van a dar esos choques. Y es lógico que
haya como cierta postura defensiva por parte de los museos y las
instituciones. A mí me parece bárbaro aprovechar cualquier
ley de mecenazgo, cualquier cosa que aparezca, si te sirve la usás.
Gabriela
Forcadell: A mí me gusta o me sirve pensar lo que piensan
los demás sobre el arte como parte de mi práctica.
Eso es el ejercicio de recién.
Fernando
López Lage: Pero el campo del arte es tan complejo y los
agentes son –a pesar de que se repiten, por más diversos
que sean– forman una cosa que es el campo del arte, desde
los más radicales hasta los más mainstream, digamos,
yo creo que está bueno mantener estos territorios como anchos,
es lo más interesante. Los otros territorios se mueven, son
más dinámicos. Porque justamente estos agentes que
están produciendo una cosa que desterritorializa todo el
tiempo, discutamos si lo hacen avanzar o no pero cambiar por lo
menos, son los que están a punta de lanza marcando como una
evolución del campo. Siendo que se repiensan estrategias
en los museos, se repiensan las estrategias en las galerías,
en los mercados del arte, la actitud que se tenga incluso.
A mí me llama la atención, por ejemplo, que sea una
cosa absolutamente idiosincrásica lo actitudinal que es ArteBA.
Yo creo que con actitud los argentinos lograron que la gente comprara
arte. “Está buenísimo vender arte, estamos en
el primer mundo”, es como una cosa así.” En todos
lados hay ferias re importantes, acá hay un plan que está
buenísimo, vamos a hacerlo bien a tope”. Es algo que
todo el mundo apoya, la prensa, los medios, en todos lados. Y la
crítica compra el evento sin verlo, y viene y sucede. Y me
parece que está bueno. Es un poco lo que dice él:
no hay que desaprovechar las cosas que están. Me parece que
hasta podemos ser críticos, cuestionarlas, pero me parece
que está bueno ir sumando. Yo no repensaría para atrás,
lo que sí me parece, como que yo empujo para adelante con
eso, son estos proyectos que tienen que ver con generar desde soportes
distintas estrategias delirantes. En el texto que te di para Visitas,
nombraba un poco a Dani Umpi, sobre todo en sus comienzos, no tanto
ahora. Que pasaron cosas increíbles: por ejemplo, el tipo
formaba un movimiento, eran dos pibes y dos minas, y empezaban a
hacer algunas cosas performáticas hasta que los contrataron
a fiestas de 15. Y una vez imitaron al grupo ABBA, se disfrazaban
de ABBA y era toda una cosa que transcurría entre el museo
y la fiesta de 15. Cuando terminaba la fiesta de 15, cuando terminaban
de tocar en la fiesta de 15, la gente les pedía autógrafos
pensando que eran ABBA realmente, y ellos les daban autógrafos.
Eso me parece que es un pequeño gesto de reflexión
importante. Dani Umpi hace obra, ahora con una estrategia que está
más vinculada con el sonido, hace la traducción de
un disco de Jaime Roos que se llama Sur –Jaime Roos es como
el emblema de la música popular uruguaya–, y él
le pone North, y hace el mismo diseño de arte de tapa, todo,
cambia Jaime Roos por él, todos los temas iguales, con los
mismos arreglos, los cantó todos en inglés. Un tema,
el corte de eso, lo pasan en la radio, porque a alguien se le cantó
y lo pasó en la radio. Y se generó un hit, una de
las canciones más escuchadas del año, promovida por
una de las radios más importantes de Montevideo. Eso generó
que después lo invitaran a la tele. Y eso me parece que subversiona
de alguna manera el campo del arte de una forma más interesante
que crecer para atrás, lo que ya está mal, de alguna
manera, pelear por qué no nos entienden a nosotros también
con lo que ya está.
Gabriela
Forcadell: Me parece necesario pensar este evento, que es el evento
donde estamos ahora nosotros sentados…
Fernando
López Lage: Decilo, feria de arte.
Gabriela Forcadell: ...como un recorte totalmente
arbitrario de un contexto del que no es representativo totalmente.
Porque si nosotros pensamos el arte en el contexto de producción
regional o internacional, lo que ocurre acá adentro es algo.
No sé si es mucho o poco. Es algo.
Fernando
López Lage: Una especie de trick político. O sea con
responsabilidad, usarlo con responsabilidad. Esto es una estrategia
política, artística, digo. La acción de que
esté este stand acá adentro, esa acción como
de abarcar y de alguna manera absorber el fenómeno emergente,
que es básicamente lo que hizo la historia del arte, es decir,
donde hay conflicto lo compramos, lo absorbemos y punto, se acabó.
Entonces, me parece que está bueno que lo que pase sea bueno
acá. Le digo a ArteBA "Gracias por invitarme, pero todo
lo que me estás planteando para que pase eso, para que me
iguales hacia abajo con el resto, no va a pasar porque la obra que
tengo no sirve. O sea, no podés ponerla en la vidriera, acá
no se ve bien por ejemplo, y no podés ponerle un marco...".
Entonces, me parece como que son pequeños territorios diferentes.
O sea, me parece bien que haya gente que vende cuadros de Polesello,
pero me parece que también está bien que haya gente
que haga fotocopias de texto y las intervenga con silvertape, y
no lo tiene que hacer acá capaz. Y capaz que no, capaz que
no los tiene que vender. Capaz que el evento que genera la reflexión
sobre ese objeto es una cosa que tiene que ver sólo con gente
que quiere pensar. Entonces, para mí lo que está confundido
es el tema de mercado y campo, son dos cosas muy diferentes para
mí. El campo, a pesar de que hay agentes que tiene en común
con el mercado, me parece que es como una torta que tiene que ver
con lo que genera pensamiento, con lo que genera esta situación,
con lo que genera reflexiones. El mercado lo que genera es ventas,
marcas, movidas, subidas y bajadas, y vos podés estar ahí
o no, si querés…
Gabriela
Forcadell: ¿Y la feria como dispositivo del campo?
Fernando
López Lage: La feria es un agente dentro del campo, un agente
chiquitito, una pequeña porción y es un gran agente
en el mercado. Pero la feria no genera absolutamente ningún
tipo de reflexión, ni de cuestionamiento sobre lo que tiene
que ver con el objeto en sí y lo que está planteando
el artista, digamos. Así sea como crisis, como conflicto
o como espacio de subversión. Nadie va a comprar eso.
Gustavo
Romano: No, de hecho también podemos preguntar qué
es lo que compran en una feria. Evidentemente…
Gabriela
Forcadell: O que el consumo sea el núcleo final del objeto
del arte.
Fernando
López Lage: Lo que pasa es que hay un grupo de gente que
colecciona arte, hay un grupo de gente que eventualmente compra
arte, hay un grupo de gente que le regalaron arte, hay gente que
no compra arte. Toda esa gente está en el mercado del arte.
Y el tema es: cuando vos hacés arte, para mí tiene
que estar bien claro –además del sentido de eso–
a quién te dirigís. Yo no voy a hacer una propuesta,
por decir, conceptual hermética para venderle a los coleccionistas
de ArteBA. Si yo ya sé que a ese público no la puedo
dirigir. Si la hago para tres amigos, bla bla bla, sea tres conocidos.
Lo que pasa es que no se puede obviar a dónde te dirigís,
a quién.
Gustavo
Romano: Yo cuando traje esta obra, que es una pieza que sólo
la ve el que la compra, sin decirle a nadie de qué trata
la pieza, si la tiene que vender tiene que encontrar una posibilidad
para ofrecer la obra. Evidentemente no es una obra para colgar en
ArteBA, pero a mí me parecía muy interesante ponerla
en una feria de arte, para darle sentido por el lugar…
Fernando
López Lage: Pero también, ¿vos viste…?
Ahora que me hiciste acordar de Carly Simon la canción esa
You’re So Vain, una canción del 70. Hay todo un mito
con esa canción, que parece que tuvo un romance con Warren
Beatty y que le cantaba esa canción. Pero nunca se dijo del
todo, ella nunca dijo públicamente “sí, esa
es la canción“, pero ahora se remató en secreto
en un millón de dólares, y un señor compró
ese texto, y firmó un contrato de no poder decirlo por no
sé cuanta cantidad de tiempo. Comprar en secreto a quién
estaba dirigida esa canción me parece que son cosas que de
alguna manera los artistas son los que captan con las antenas, ¿no?
Y por eso se dan, suceden…
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